El Consejo de la Parroquia del Perpetuo Socorro de Múzquiz, - donde oficiara el sacerdote Gilberto Sánchez, y quien falleciera víctima de COVID-19 -, se reunirá para definir la logística del recorrido de las cenizas del padre por las capillas y parroquias donde sirvió.

Así lo dio a conocer Ulises Benítez, vicario de la parroquia de Santa Rosa de Lima, quien agradeció la oportunidad de compartir con el padre Gilberto, quien dijo “ya goza de la presencia de Dios; es un dolor que como hermano sacerdote, amigo y compañero en el ministerio duele, y como miembro de la Iglesia, todos estamos de luto, porque estuvimos al tanto de su salud y en oración para que Dios escuchara los ruegos, y así fue, le dio la Gloria eterna; él luchó hasta el final”, expresó el Vicario.

Aun sin horarios establecidos, luego de trasladarse el cuerpo para ser incinerado, tendría la en la Catedral de Piedras Negras la bendición del Obispo de la Diócesis, Alonso Garza; los decanatos de ésa zona lo llevarán a Allende al tempo San Juan de Mata; de ahí Decanatos de la región Cinco Manantiales, las entregarán a la parroquia de Guadalupe en Agujita, luego al templo El Buen Pastor de Acuña; y sacerdotes del Decanato Sabinas-Rosita las llevarán a la parroquia del Perpetuo Socorro en Múzquiz, para finalmente en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de Nueva Rosita se depositarán sus cenizas en la que será su última morada, junto a sus padres.

El Obispo estaría presente en las celebraciones de los templos El Socorrito de Múzquiz, y Guadalupe en Agujita.