Explicó que los niños y jóvenes presentan más problemas de conducta, agresividad, ansiedad; y las niñas de inquietud e inasistencia a la escuela, además de adolescentes de ambos sexos que practican el cutting, es decir, se producen cortadas en el cuerpo argumentando ansiedad, pero la gran mayoría cae en estos comportamientos porque la familia tiene un grave problema de integración y comunicación.

“Se trabaja con la terapia conductual, se trata de menores en edad escolar, entre los cuales predominan los varones porque son más impulsivos que las mujercitas, cada menor está condicionado a que el padre de familia necesita asistir, para que mejore, y pueda ser el apoyo en conjunto para lograr el resultado, porque los problemas en el aula son el reflejo de la familia; se puede decir que el 90 por ciento cumple el objetivo, todo está en que quieran”, comentó.

También se trabaja con el programa Escuela para Padres, que tiene duración de tres meses y consiste en que cada viernes con los padres se analizan los resultados de las dinámicas que se deben practicar durante la semana en casa.

Meza Carreón subrayó que el problema que más presentan es la integración y la comunicación, “son familias que por sus ocupaciones o actividades pasan poco tiempo juntos, así como madres solteras que tienen que trabajar doble para sostener el hogar y el poco tiempo que están con los hijos prevalece la indiferencia, el enojo y el silencio”, finalizó.