Pocos pero fieles a su promesa, jóvenes y adultos asistieron a la iglesia de Guadalupe para cumplir su manda y ser testigos vivientes de que los milagros existen. Por su parte danzantes también manifestaron su devoción a la virgen del Tepeyac, presumiendo que consecutivamente por muchos años han estado presentes en iglesias y capillas de la comunidad.

Los matlachines expresaron que es una tradición generacional o acto de fe, inculcadas por abuelos que danzaban para la virgen en señal de gratitud por los favores hechos. Explicaron que danzar a la virgen no solo son movimientos, es una expresión de adoración y culto a la santa patrona, como milenariamente lo hacían las ancestrales tribus indígenas.

El párroco Octaviano Elizondo Cárdenas, manifestó que en esta magna celebración se inauguró la capilla del Rosario que está anexa a la iglesia de Guadalupe con la intención de otorgar a la grey catica un pequeño espacio de oración. Recalcó que la capilla del Rosario estará abierta todos los días, para los interesados en buscar un momento y espacio de reflexión para rezar y meditar.

Finalmente por la noche el festejo en honor a la virgen de Guadalupe, terminó en un gran festival artístico y verbenea popular; donde la grey católica manifestó en todos los aspectos su fe y veneración.