El Servicio Sismológico Nacional (SSN) confirmó la noche del jueves que ocurrió un temblor de 8.2 grados en la escala de Ritcher (se llegó a hablar de 8.1 y hasta 8.4 grados), cuyo epicentro se localizó a 137 kilómetros al suroeste de Tonalá, Chiapas. El movimiento oscilatorio, iniciado a las 23:49 horas, fue sentido por alrededor de 50 millones de personas durante cerca de dos minutos.

Se trata del fenómeno telúrico más fuerte registrado en el territorio nacional en 100 años. El terremoto de 1985, que destruyó gran parte de la infraestructura de la capital del país, alcanzó 8.1 grados Ritcher. Y la réplica del día siguiente, apenas de un grado menos.

El presidente Enrique Peña Nieto se incorporó, poco después de la una de la mañana de este viernes, a la evaluación de daños en el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). Desde ahí, en conferencia, consideró importante señalar que se trata de un evento de gran magnitud, cuyos daños apenas se comienzan a evaluar. Y que, por lo tanto, todavía puede haber afectaciones estructurales.

Advirtió que, según lo informado por expertos, después de un sismo de esta magnitud se debe esperar una réplica de más de siete grados, por lo que pidió a los mexicanos estar atentos y tomar medidas preventivas, así como revisar sus casas.