Cuando se tiene dolor de cabeza, por ejemplo, la única solución suele ser un analgésico. Sin embargo, puede haber llegado una revolución. Dos vasos de cerveza pueden ser más eficaces que un medicamento contra el dolor.

Investigadores de la Universidad de Greenwich han descubierto que consumir dos pintas de cerveza puede reducir el malestar en una cuarta parte. Elevar el contenido de alcohol en sangre al 0,08% permite al cuerpo aumentar ligeramente el umbral del dolor, reduciendo de forma moderada, por tanto, la intensidad de la percepción.

Así lo han explicado los investigadores: “Los resultados sugieren que el alcohol es una analgésico eficaz que logra reducciones clínicamente significativas en las puntuaciones de intensidad del dolor. Esto podría explicar el abuso del alcohol en aquellos pacientes que tienen un dolor persistente, pese a las posibles consecuencias para la salud que tiene a largo plazo”.

No está claro, sin embargo, si el alcohol reduce la sensación de dolor porque afecta a los receptores cerebrales o porque ayuda a bajar la tensión y a la relajación. El doctor Trevor Thompson, que ha coordinado el estudio de esta universidad en Londres, ha explicado a The Sun: “El alcohol puede ser comparado con fármacos opiáceos como la codeína y sus efectos son más potentes que los del paracetamol”.

Los expertos quieren dejar claro que los resultados no demuestran en ningún caso que el alcohol sea bueno para la salud y reiteran que, a largo plazo, los efectos del consumo de alcohol son tremendamente dañinos.