Durante la visita que este martes realizó el Presidente Enrique Peña Nieto a Piedras Negras, para inaugurar un nuevo cuartel militar, el gobernador Rubén Moreira Valdez destacó los beneficios que ha obtenido Coahuila por la aprobación de las reformas impulsadas por el Titular del Ejecutivo, e hizo énfasis también en los avances alcanzados en nuestro estado en materia de seguridad.

Por considerarlo de interés para nuestros lectores, reproducimos a continuación el discurso del gobernador Rubén Moreira durante el evento:

Señor Presidente. Bienvenido a Coahuila

Nos da mucho gusto esta nueva visita a nuestro estado. Llega usted, como lo sabe, a una zona muy importante de la entidad. Un lugar próspero, de trabajo y ahora de paz. Un lugar que contribuye muchísimo a la economía nacional y al bienestar y desarrollo de nuestro estado.

Muy cerca de aquí se encuentra una gran termoeléctrica que abastece al país con un 10% de la electricidad que necesita; a unos cuantos kilómetros el nuevo clúster cervecero, la planta más grande del mundo se construye aquí, es una ampliación de más de dos mil millones de dólares que Usted anuncio hace poco en Los Pinos. En esta región se produce casi el 100% del carbón de la nación, y por el puente internacional cruzan más carros de ferrocarril que por ninguna otra frontera.

Usted Presidente nos ha visitado en múltiples ocasiones, igual para mostrar su solidaridad y apoyo cuando resentimos los efectos de un gran tornado, que para inaugurar factorías, una gran acerera y una gran armadora de vehículos. Como también para echar a andar una gran obra de infraestructura en la comarca lagunera, para celebrar nuestra fiesta cívica  del 26 de marzo, o para inaugurar el cuartel militar en Frontera – Monclova.

Hoy es un día muy importante para Coahuila y en particular para Piedras Negras. Al respecto déjeme comentarle dos cosas: la primera, ésta es una tierra significativa para el Ejército Mexicano. En Saltillo, Carranza y un grupo de legisladores decretaron la constitución de nuestro Ejército; muy cerca de aquí el Primer Jefe ordenó fabricar las primeras armas para la Revolución, hecho que es antecedente de la industria militar que ahora cumple 100 años.

De la pluma de Don Venustiano surgió el decreto para crear nuestra actual fuerza aérea; los primeros pilotos de México vieron el cielo y las nubes en Coahuila. Con orgullo le puedo decir que no hay un lugar en la patria donde se quiera más a las fuerzas armadas.

El General Secretario y el Almirante Secretario con quienes siempre estaremos agradecidos, son testigos de las muestras de respeto y cercanía que tienen las y los coahuilenses con los elementos a su cargo.

Seguro esto es por lo mucho que le debemos a los soldados y marinos, pero también porque sabemos que son nuestras y nuestros hermanos. Las fuerzas armadas son coahuilenses, aquí nacieron. Por eso Coahuila es su casa, por eso estamos orgullosos de ellos.

A lo segundo que me quiero referir es a momentos tristes y aciagos de mi tierra, cuando el narcotráfico y la violencia lastimaban e invadían estas tierras de progreso y paz. Con mucho orgullo le digo que para alejar al mal acudí a las fuerzas armadas, pedí su ayuda, y encontré su generosa respuesta.

Presidente:

Su gobierno es cambio y movimiento para mi estado. Vamos hacia adelante. Las reformas que usted impulsó están hechas para propiciar la competencia, y los coahuilenses en eso somos los mejores. En este inmenso territorio de 152 mil kilómetros cuadrados, el más bello del país, vivimos menos de 3 millones de mujeres y hombres, que somos apenas el 2.4% de su población. Pero nuestra fuerza y capacidad superan en mucho nuestro número. Déjeme darle cuatro indicadores:

De aquí sale el 10% de las exportaciones totales de México, por lo que somos el tercer estado en ese rubro.

Somos el número uno en fabricación de equipo de transporte; nadie nos compite.

Producimos el 12% de los alimentos de la nación.

Coahuila es la segunda entidad que más aporta al desarrollo económico del país.

Las reformas que usted empujó las estamos aprovechando al máximo. Los que vencimos al desierto nacimos para competir. En este momento, Presidente, cerca de 30 mil millones se están invirtiendo o se han anunciado para producir energía alternativa, sin su reforma esto sería imposible.

No hay semana que no anunciemos una nueva planta industrial; con usted hemos batido todos los récords de creación de empleo. En el último mes, Coahuila contribuyó casi con el 10% de los empleos nuevos generados en la nación. Somos el estado con más trabajos formales.

Nuestra escolaridad es de las mayores del país, la tercera, pero pronto con las ocho nuevas universidades que usted autorizó y las 230 nuevas preparatorias vamos a ser campeones en eso.

Un estado rico, de gente buena y trabajadora, y ubicado en la frontera es siempre  tentación para las fuerzas del mal. Éstas llegaron, pensaron que nos iban a vencer, se equivocaron. De ser uno de los estados más violentos hoy, según el INEGI, somos la entidad donde hay menos víctimas del delito.

De ser Torreón la quinta ciudad más violenta del mundo, hoy no sólo no aparece en este listado, sino por el contrario, de acuerdo al propio INEGI está entre las 11 ciudades más seguras de la nación.

En su gobierno han disminuido en un 81% los homicidios, y en más de un 90%, aquellos que son producto de la rivalidad delincuencial. Son cifras impresionantes, no tienen comparación en ninguna parte.

Hace poco un especialista me preguntó: ¿y cómo se logró eso? Yo le contesté, gracias al Presidente. Para esto se requiere voluntad; voluntad en una doble dimensión, voluntad de los gobiernos locales y  federal para combatir al crimen; pero también voluntad para coordinarnos, para hacer la tarea como uno solo.

Más de 7 mil acciones conjuntas demuestran que la política ordenada por Usted, e instrumentada por sus secretarios ha tenido éxito. En su gobierno encontré apertura, diálogo, respaldo, coordinación, colaboración, pero sobre todo Presidente, encontré buena fe. A las pruebas me remito, la disminución de los homicidios inició cuando inició su gobierno; ahí están los números.

A las fuerzas del mal las derrotamos en el pasado y las derrotaremos en el futuro.

Amigas y amigos:

En estos cuatro años y medio de gobierno hemos construido mucha infraestructura, pero de la que más me enorgullezco es de la que entregamos al Ejército; este cuartel en el que nos encontramos fue edificado con los impuestos de las y los coahuilenses, igual que el de Frontera – Monclova, que las estaciones militares en los municipios de Allende, Guerrero, Hidalgo, Juárez, Candela y Viesca.

Las contribuciones de mis paisanos también están en el cuartel de Escobedo Nuevo León, y con gusto les digo que esta semana inicia la construcción de un mega-cuartel en la Laguna que recibirá más de tres mil efectivos.

Mi gobierno tomó la decisión de hacer estas inversiones con la seguridad de que significan una gran contribución para la paz; para que nuestras hijas y nuestros hijos vivan en el estado que soñaron nuestros abuelos para nosotros: uno próspero y tranquilo.

Presidente:

Permítame agradecer a sus colaboradores: Miguel Angel Osorio, Salvador Cienfuegos, Vidal Soberón y Arely Gómez su trabajo por Coahuila, y decirle de nueva cuenta que usted trajo la paz, y que estamos orgullosos de los marinos y de los soldados de México, que Piedras Negras es la casa de ellos, que este cuartel es orgullo de la ciudad, que el día de hoy será memorable por su visita, por el gran desfile y la parada aérea de la cual fuimos testigos, y porque la exposición Pasión por servir a México ha sido un éxito.

Frente a esta comunidad, representada por empresarios, trabajadores, estudiantes, compañeras y compañeros de colonias populares, líderes religiosos como nuestro obispo católico y los pastores de las iglesias evangélicas, les quiero decir que Piedras Negras no es un rincón alejado del país; aquí viven los primeros mexicanos. En Coahuila inicia la Patria, y qué mejor lugar para que inicie la Patria que en Piedras Negras.