Desde 2014, ONU Mujeres ha acompañado los esfuerzos del gobierno y del Congreso de Coahuila con el apoyo de la Unión Europea para lograr la armonización de las leyes de la entidad federativa. Durante su intervención, Ana Güezmes, Representante de ONU Mujeres en México, afirmó: “Saludamos el compromiso del Estado de Coahuila por avanzar en la no discriminación y la protección de los derechos humanos de las mujeres. La armonización legislativa integral beneficiará directamente a todas las mujeres y las niñas que viven bajo la realidad o el peligro de violencia de género en el Estado. Armonizar las leyes con los estándares de Derechos Humanos internacionales es una recomendación que tiene México. Es emblemático que esta  se dé en este año que inicia la implementación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, ya México tiene que presentar un informe ante el Comité de la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) sobre los Avances.”

De manera adicional, ONU Mujeres reconoce la armonización legislativa que el estado de Coahuila ha hecho en materia de políticas públicas, promoviendo la igualdad entre hombres y mujeres, con la promulgación de: presupuestos con perspectiva de género en la Ley Reglamentaria del Presupuesto de Egresos; reglas de operación de programas sociales con perspectiva de género e integración de las personas beneficiadas en la Ley de Planeación para el Desarrollo y el pleno acceso al ejercicio de los derechos de las mujeres, a través de la eliminación de estereotipos establecidos en función del sexo, en la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres. Asimismo, en septiembre de 2015 el gobernador de Coahuila, que también preside la comisión de Derechos Humanos de la CONAGO, promulgó la reforma al Código Civil del estado, para permitir el matrimonio sólo entre mayores de edad, sumándose así a la campaña de ONU para eliminar el matrimonio de niñas en la ley y en la práctica.

ONU Mujeres reafirma que las mujeres y las niñas son una fuerza catalizadora de cambio y, por tanto, de progreso. Empoderarlas y fortalecer su participación en todos los ámbitos, equivale a transformar positivamente sus vidas y en consecuencia la de sus propias comunidades.

“Ésta es una tarea que nos compromete a todas y todos, trabajemos juntas y juntos: gobiernos, Naciones Unidas, organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil, empresas, escuelas, ciudadanas y ciudadanos, para lograr un mundo más igualitario, un México 50-50 en el que las mujeres y las niñas puedan vivir sin discriminación y violencia” finalizó la Representante de la ONU.